La información proporcionada en esta página tiene como objetivo psicoeducar y ofrecer una perspectiva sobre el trauma. Aunque he hecho todo lo posible por asegurarme de que la información sea precisa y esté actualizada, no debe considerarse como un sustituto del consejo, diagnóstico o tratamiento médico o psicológico profesional.

La conexión entre el bienestar físico y emocional ha sido un pilar en la comprensión de la salud integral. A través de esta página, quiero ofrecerte una perspectiva informativa sobre cómo un enfoque terapéutico centrado en el trauma podría beneficiar a aquellos que viven con estrés postraumático simple o complejo (o creen que podrían tenerlo).

Los oyentes de mi podcast “Budismo en zapatillas”, me han pedido que amplíe aún más el contenido divulgativo que publico. Y el fin de esta página es aclarar términos, proveer información que puedan analizar y compartir con sus profesionales tratantes.

¿Qué es el Trauma?

El trauma, a diferencia de las reacciones emocionales comunes, se refiere a experiencias que sobrepasan la capacidad de una persona para lidiar y que pueden tener efectos duraderos en su bienestar. Los traumas pueden surgir de eventos únicos, experiencias prolongadas o situaciones de vida repetidas que dejan una huella en la psique y, en ocasiones, se manifiestan físicamente. El diagnóstico del trauma o estrés postraumático es exclusivo de las profesiones clínicas. Una vez hecho éste, puedes buscar profesionales que trabajen de forma segura con el impacto que el trauma tiene en tu vida.

Trauma y Fibromialgia

La fibromialgia, una enfermedad crónica que se manifiesta con dolor musculoesquelético y fatiga, ha sido vinculada en investigaciones con experiencias traumáticas. Aunque la causa exacta de la fibromialgia sigue siendo un misterio, está claro que el trauma puede jugar un papel en su aparición y severidad en algunos individuos. El diagnóstico de la fibromialgia corresponde a las profesiones médicas (desde la clínica, la psiquiatría o la reumatología, por poner ejemplos pero no exclusiva de ellas). Su relación con el estrés postraumático se explica debajo en esta página.

Enfoques Terapéuticos Efectivos para el Trauma

Múltiples modalidades terapéuticas han demostrado ser efectivas en el tratamiento del trauma. Algunas de estas incluyen la Terapia Cognitivo-Conductual (TCC), EMDR (Desensibilización y Reprocesamiento por Movimiento Ocular), Terapia Familiar Interna (IFS), Biofeedback, y más. La elección de la terapia debe basarse en las necesidades individuales, y es esencial contar con una evaluación profesional.

La Decisión de Buscar Terapia Centrada en Trauma

Si estás considerando la terapia centrada en el trauma, es vital realizar una evaluación integral, considerar un enfoque de tratamiento integrado y tener sistemas de apoyo adecuados. Te quiero proporcionar recursos y guías a título informativo, para ayudarte en tu viaje hacia el bienestar.

Debajo, el texto en forma de preguntas y respuestas, y en función de lo que me han consultado a través de mensajes quienes siguen mi trabajo divulgativo, te adjunto la información que me parece más relevante.

Ten en cuenta siempre chequear esto con tu profesional tratante:


¿Qué es el trauma y qué lo hace distinto de otros temas emocionales?

El trauma es una experiencia o conjunto de experiencias emocionalmente dolorosas o perturbadoras que excede la capacidad del individuo para manejarla o comprenderla completamente. Estas experiencias pueden tener un efecto duradero en el bienestar emocional, físico y psicológico de la persona. Aquí te proporciono una descripción más detallada y una comparación con otros temas emocionales:

¿Qué es el trauma?

  1. Origen del Trauma: Puede ser el resultado de un único evento, como un accidente grave, un asalto o una catástrofe natural. También puede originarse de experiencias prolongadas o repetidas, como abuso infantil, violencia doméstica o guerra.

  2. Respuesta Fisiológica: El trauma activa intensamente el sistema de respuesta al estrés del cuerpo, llevando a reacciones de "lucha, huida o parálisis". Esta activación puede dar como resultado una variedad de síntomas, incluyendo ansiedad, depresión, flashbacks, y reacciones físicas como palpitaciones o sudoración.

  3. Alteraciones en la Percepción de la Realidad: Las personas que han experimentado traumas pueden desarrollar una alterada percepción de la realidad, lo que puede llevar a sentimientos de desconexión o despersonalización.

¿Qué distingue al trauma de otros temas emocionales?

  1. Origen y Naturaleza del Evento: Mientras que todos los problemas emocionales son respuestas a experiencias vitales, el trauma se deriva específicamente de experiencias que son percibidas como amenazantes para la vida o la integridad física o psicológica.

  2. Intensidad de la Respuesta: Aunque todas las preocupaciones emocionales generan respuestas en el cuerpo y la mente, el trauma puede causar una respuesta más intensa y a menudo involucra tanto el sistema nervioso como el cuerpo en su totalidad.

  3. Alteración del Sentido del Yo y del Mundo: El trauma puede llevar a las personas a cuestionar su sentido del yo y su percepción del mundo. Pueden surgir creencias como "el mundo es un lugar peligroso" o "soy incapaz".

  4. Persistencia de Síntomas: Mientras que muchos problemas emocionales pueden resolverse con el tiempo o a medida que las circunstancias cambian, los efectos del trauma pueden persistir mucho después de que el evento traumático haya concluido, requiriendo un enfoque terapéutico especializado.

  5. Necesidad de un Enfoque Terapéutico Específico: No todas las terapias son igualmente efectivas para tratar el trauma. Algunas técnicas que pueden ser útiles para otras preocupaciones emocionales pueden no ser adecuadas o incluso pueden ser perjudiciales para alguien que ha experimentado un trauma.

Aunque el trauma es un tema emocional, se distingue de otros por la naturaleza del evento que lo causa, la intensidad y persistencia de la respuesta, y las específicas necesidades terapéuticas de quienes lo han experimentado.


¿Qué es EL ESTRÉS POSTRAUMÁTICO Y CÓMO SE SI LO TENGO?

El trastorno por estrés postraumático (TEPT) y el trastorno por estrés postraumático complejo (TEPTC) son dos manifestaciones clínicas relacionadas con experiencias traumáticas, aunque difieren en algunos aspectos clave:

Trastorno por Estrés Postraumático (TEPT) Simple:

  1. Origen: Generalmente, es resultado de un único evento traumático, como un accidente, un asalto, una catástrofe natural, entre otros.

  2. Síntomas:

  • Reviviscencia: Flashbacks, pesadillas y pensamientos intrusivos sobre el evento traumático.

  • Evitación: Evitar lugares, personas o actividades que recuerden el evento traumático.

  • Cambios en el Pensamiento y el Humor: Sentimientos negativos hacia uno mismo o hacia otros, dificultad para recordar detalles clave del trauma, entre otros.

  • Reactividad: Sobresaltos, problemas de concentración, comportamiento irritable y problemas de sueño.

Trastorno por Estrés Postraumático Complejo (TEPTC) o C-PTSD:

  1. Origen: Se deriva de traumas prolongados o repetidos, generalmente en contextos donde la víctima tiene poco o ningún control y no tiene escapatoria, como el abuso infantil prolongado, el cautiverio o la tortura.

  2. Síntomas: además de los mismos síntomas del TEPT simple, puede manifestarse cómo:

    • Dificultades Emocionales: Sentimientos persistentes de vacío, vergüenza, culpa o desesperanza.

    • Dificultades en las Relaciones: Problemas para sentirse cerca de otros, para confiar, o para mantener relaciones estables.

    • Despersonalización o Disociación: Sentir que estás observando tu vida desde fuera de tu cuerpo o sentir que las cosas no son reales.

¿Cómo se diagnostica?

El diagnóstico se realiza a través de una evaluación clínica exhaustiva, generalmente mediante entrevistas y, en ocasiones, cuestionarios o pruebas estandarizadas. Se evalúan los síntomas, su duración, la severidad y el impacto en el funcionamiento diario.

¿Quién puede diagnosticarlo?

Profesionales de salud mental con licencia y formación adecuada pueden diagnosticar estos trastornos. Esto incluye:

  1. Psicólogos clínicos

  2. Psiquiatras

  3. Trabajadores sociales clínicos

  4. Terapeutas profesionales con licencia para hacerlo

¿Quién no debe diagnosticarlo?

  • Personas sin formación o licencia en salud mental.

  • Profesionales de otras áreas de la salud sin la capacitación adecuada en salud mental.

  • Coaches, consejeros espirituales o cualquier otro profesional que no esté específicamente capacitado y licenciado en diagnóstico clínico.

  • Uno mismo.

Es fundamental que sí que sospechas que puedas tener TEPT o TEPTC busquen ayuda de un profesional adecuado para garantizar un diagnóstico preciso y un tratamiento adecuado. No lo hagas leyendo este artículo (o cualquier otro de Internet) o por el consejo u observación de un amigo.


¿QUÉ DIFERENCIA HAY ENTRE UN TERAPEUTA, UN PSICOTERAPEUTA, y UN PSICÓLOGO?

El término "terapeuta", "psicoterapeuta" y "psicólogo" se utilizan a menudo indistintamente en el lenguaje cotidiano, pero tienen significados y connotaciones distintas, y su uso y regulación varían según el país. Si estás pensando en trabajar con alguien en línea, estas distinciones pueden ser de gran ayuda:

  1. Terapeuta: Es un término general que puede referirse a cualquier profesional que proporciona terapia o tratamiento para mejorar el bienestar físico o mental de un individuo. Un terapeuta puede ser un fisioterapeuta, terapeuta ocupacional, terapeuta del habla, entre otros. No necesariamente tiene formación en psicología, aunque puede tener estudios vinculados con esta. En cada país la legislación al respecto del empleo de este término es distinta y muy variada. Es importante verificar qué implica en cada caso.

  2. Psicoterapeuta: Es un profesional capacitado para tratar problemas emocionales, mentales y conductuales a través de la comunicación y la relación terapéutica. Dependiendo del país, un psicoterapeuta puede tener diferentes antecedentes educativos y profesionales, incluida la psicología, medicina (psiquiatras), trabajo social, entre otros.

    En algunos países, como Noruega, por ejemplo, no es un término protegido y puede representar a profesionales que tengan conocimiento de temas de psicología, pero no sean psicólogos clínicos.

    En otras latitudes, los psicoterapeutas se forman de manera similar y no igual a un psicólogo; y en otros es sinónimo el uno del otro. Presta atención y clarifica esta diferencia si fuera necesario si estás consultando un profesional que se autodenomina de este modo.

  3. Psicólogo: Es un profesional que ha estudiado psicología, una disciplina que estudia el comportamiento humano y los procesos mentales. No todos los psicólogos son psicoterapeutas, ya que algunos se especializan en áreas como la psicología educativa, organizacional o experimental, entre otras. En general, es una licenciatura o doctorado, por ello los profesionales que la ejercen y se han titulado en ella se presentan como licenciado o doctor. Aquellos que ejercen la función clínica tienen el deber de tener una licencia registrada a su nombre y hacer conocer su número de registro.

En algunos lugares, estos términos culturalmente se usan de modo indistinto, pero no lo son. Es muy importante conocer la legislación del país del profesional con el que elijas trabajar, porque en Noruega, España y Argentina (por poner ejemplos) puede prestarse a confusión y significar cosas diferentes. Un ejemplo: en Argentina un psicoterapeuta es psicólogo, pero en Noruega puede no serlo; y en España un profesional tendrá seguramente una formación diferente si es psicólogo o psicoterapeuta.

Otra salvedad fundamental: una titulación en un país no puede transferirse automáticamente a otro. Es decir, salvo honrosas excepciones, los títulos no cruzan fronteras. Si estás buscando un profesional clínico (psicólogo en general) debes requerir información sobre su lugar de titulación y su número de matrícula. Si no estás buscando alguien con estas credenciales, pero con conocimiento terapéutico, pide datos y referencias siempre.

Si estás por trabajar en línea, que es algo cada vez más frecuente, ten en cuenta lo siguiente: lo que será válido es la legislación del país en el que resida y trabaje el profesional (no donde haya estudiado el profesional, ni donde esté el consultante) ¿por qué es así?, porque este profesional anuncia sus servicios, trabaja, tributa desde la ubicación desde donde físicamente se encuentre la mayoría del año fiscal. Es decir, si durante más de seis meses al año está trabajando desde un país, tiene la obligación de seguir la legislación fiscal y reglas vigentes de este sitio, especialmente si es residente legal allí. Infórmate y pregunta. Todo esto es para protegerte y darle transparencia al proceso en el que te estás embarcando.

Este es un terreno donde aun muchos países no tienen una legislación clara para la atención en línea. Noruega sí la tiene y es muy rigurosa.


¿CÓMO ELIJO?

Todo dependerá de qué necesites. Aquí brindo información para empoderar a quienes buscan asistencia enfrentando un posible estrés postraumático. Esto que detallo a continuación, puede no ser válido para otras situaciones.

Ante todo, debes despejar el diagnóstico clínico: sin él, te será difícil buscar lo que es más adecuado para ti. La forma correcta de hacerlo es acudir a un psicólogo clínico o un psiquiatra (mira la información más arriba). No te autodiagnostiques, ni le permitas a nadie más hacerlo. Alguien puede “suponer” o “tus síntomas pueden ser afines” pero esto no es un diagnóstico y el tratamiento centrado en trauma nunca debería empezar sin él.

Luego, cuando busques un profesional, anímate a preguntar qué experiencia tiene en el área del trauma, qué herramientas usa, qué efectividad tiene lo que hace. Esto es importante, porque no todos están formados en trauma; y quien es excelente para tratar la depresión o la ansiedad, puede no tener herramientas para el estrés postraumático.

Una sugerencia de alumnos y consultantes es: intercambia mensajes, pregunta, y si puedes, habla por teléfono unos minutos: ayuda mucho ¿Por qué?, porque la única forma de curar síntomas en el ambiente terapéutico y sanar situaciones es si tenemos confianza en la persona con la que trabajaremos.

En el caso de que notes dificultades en la relación, la primera persona con la que debes hablar es el mismo profesional que has elegido: nadie hace magia, las cosas se ajustan, y no deberías temer tener dudas y expresarlas. Desarrollar confianza es clave.


¿EL TRAUMA SE CURA?

No, se integra.

Es decir, lo sucedido (o lo que no te dieron) no desaparecerá, aunque sí podrás cambiar la forma en la que lo vives y cómo te afecta emocionalmente. Es por esto que se habla de “sanar el trauma”, porque algunas secuelas pueden atenuarse, otras nos darán talentos especiales. Posiblemente, algunos síntomas persistan, pero aprendas a verlos distinto y que ya no te definan. Por ello, se dice que se integra.

El Dr. Gabor Maté dice que el pasado no cambia, pero sí puede modificarse la forma en la que vemos esos hechos. La terapia sensible al trauma es una invitación a eso: que ese pasado (reciente o lejano) deje de condicionarnos.


¿Qué formas o modelos terapéuticos pueden ser buenos para trabajar el trauma?

Es importante destacar que, siempre será recomendable el buscar apoyo en diferentes niveles, y hasta armar un equipo alrededor de un consultante. Es decir, quizá trabajar desde diferentes aristas sume: asegúrate que todas las alternativas que combines sean basadas en ciencia, que no sean promesas mágicas o técnicas que probadamente no son buenas para el trauma.

Mi amoroso consejo es que nunca dejes el trabajo con tu psicólogo o psiquiatra para trabajar con otro profesional, sin consensuar la dirección de tu tratamiento. Hay gente dispuesta a trabajar en equipo.

Del mismo modo, tomar la medicación que te recete tu médico o psiquiatra, siempre debe ser dialogado con quien la receta. No dejes de tomar medicación por tu cuenta, cambies la dosis, o le ocultes información al respecto.

La lista de modelos terapéuticos es larga, pero creo que te servirá para tener una referencia de qué complementar. La decisión de hacer una u otra debería estar supervisada por tu profesional tratante (es recomendable que nada reemplace, sí complemente, el trabajo con un psiquiatra o con un psicólogo).

Aquí tienes una lista de algunos de los modelos terapéuticos más reconocidos y efectivos para el tratamiento del trauma, junto con una breve descripción de cada uno:

  1. Terapia Cognitivo-Conductual para el Trauma (TCC-T): Se enfoca en cambiar patrones de pensamiento y comportamiento problemáticos relacionados con el trauma.

  2. Terapia de Procesamiento Cognitivo (TPC): Es una adaptación específica de la TCC que ayuda a los pacientes a reevaluar y cambiar pensamientos problemáticos relacionados con el trauma.

  3. Terapia de Desensibilización y Reprocesamiento por Movimientos Oculares (EMDR): Combina elementos de la TCC con movimientos oculares u otras formas de estimulación bilateral para procesar y “reprogramar” la respuesta traumática.

  4. Brainspotting (BSP): Es una técnica de terapia centrada en el cuerpo que se basa en la premisa de que el campo visual puede ser utilizado para localizar puntos en el cerebro (llamados “brain spots”) que están relacionados con el almacenamiento de experiencias traumáticas.

  5. Terapia de Exposición Prolongada: Se basa en exponer gradualmente a las personas a los recuerdos y situaciones que temen debido al trauma para disminuir la respuesta de evitación y el miedo.

  6. Terapia Centrada en el Trauma: Se centra en el desarrollo de habilidades emocionales y de regulación para abordar los efectos del trauma.

  7. Terapia Sensoriomotora: Una terapia cuerpo-mente que integra técnicas de atención plena con modulación somática (corporal) para tratar los síntomas del trauma.

  8. Terapia de Interacción Dinámica Secuencial (SPDI):Aborda traumas tempranos y su impacto en el desarrollo, integrando técnicas psicodinámicas, cognitivo-conductuales, sistémicas y de neurobiología.

  9. Terapia de Aceptación y Compromiso (ACT): Ayuda a las personas a aceptar y relacionarse con los pensamientos y sentimientos traumáticos a través de la atención plena y el compromiso con valores personales.

  10. Terapia Dialectico-Conductual (TDC): Desarrollada inicialmente para tratar la autolesión y el trastorno límite de la personalidad, la TDC tiene técnicas efectivas para manejar emociones intensas, comunes en el trauma.

  11. Modelo de Trauma y Recuperación: Propuesto por Judith Herman, este modelo enfatiza la seguridad, la reconstrucción del trauma y la re-conexión con la sociedad.

  12. Terapia de Integración del Modelo de Ciclo de Fases: Un enfoque estructurado que combina diversas terapias en diferentes fases del tratamiento del trauma.

  13. Terapia Narrativa: Se centra en reescribir y reinterpretar el “relato” del trauma para empoderar al individuo.

  14. Terapia Sistémica Familiar: Se utiliza cuando el trauma afecta a todo el sistema familiar, y se enfoca en la comunicación y los patrones familiares.

  15. Terapia de Juego: Usada principalmente con niños, permite a los jóvenes pacientes explorar y procesar el trauma a través del juego.

  16. Terapia Asistida por Animales: Utiliza animales como parte del proceso terapéutico, aprovechando el vínculo humano-animal para facilitar la curación.

  17. Terapia de Yoga Trauma-Consciente: Utiliza posturas de yoga, respiración y meditación para ayudar a las personas a reconectar con su cuerpo de una manera segura.

  18. Terapia budista: Las intervenciones terapéuticas inspiradas en el budismo a menudo se basan en prácticas de mindfulness (atención plena) y compasión, entre otros principios budistas. El mindfulness, o atención plena, ha demostrado ser efectiva en el tratamiento de varias afecciones, incluido el trastorno de estrés postraumático (TEPT). Ayuda a las personas a estar presentes y a observar sus reacciones sin juzgar, lo que puede ser útil para procesar el trauma.

  19. Sistema de Terapia Familiar Interna (IFS, por sus siglas en inglés): Desarrollado por Richard Schwartz, IFS ve la mente como compuesta de múltiples "partes" o subpersonalidades. Ayuda a las personas a acceder y curar estas partes traumatizadas a través del "Yo" central, un lugar de compasión y claridad.

  20. Biofeedback: Utiliza equipos electrónicos para enseñar a los pacientes cómo controlar funciones corporales involuntarias, como la frecuencia cardíaca. Al aprender a calmar el cuerpo, pueden manejar mejor los síntomas traumáticos.

  21. HeartMath: Un tipo de biofeedback que se centra específicamente en enseñar a las personas a regular su ritmo cardíaco para reducir el estrés y mejorar la coherencia emocional.

  22. Safe and Sound Protocol (SSP): Desarrollado por el Dr. Stephen Porges, el SSP es un enfoque auditivo terapéutico que busca mejorar y regular el sistema nervioso, ayudando en particular a aquellos con sensibilidad al sonido y problemas relacionados con el trauma.

  23. Terapia Psicodinámica: Mientras que la terapia psicodinámica tradicional no se desarrolló específicamente para el trauma, las adaptaciones modernas pueden ser efectivas, enfocándose en cómo los traumas pasados influyen en las emociones y comportamientos actuales.

  24. Terapia de Integración Somática: Desarrollada por Peter Levine, este enfoque se basa en la idea de que el trauma está en el cuerpo y utiliza técnicas somáticas para liberar tensiones traumáticas.

  25. Terapia de Liberación Somática de Trauma (Somatic Experiencing): También desarrollada por Peter Levine, se basa en observar las respuestas físicas del cuerpo y guiar al paciente a través de las reacciones no resueltas relacionadas con el trauma.

  26. Terapia de Movimiento: Ayuda a las personas a explorar y procesar traumas a través del movimiento y la danza.

  27. Terapias basadas en la neurobiología: Estas terapias tienen en cuenta la forma en que el trauma afecta al cerebro y al sistema nervioso y utilizan esta información para guiar el tratamiento.

  28. Terapia Asistida por Equinos: Similar a la terapia asistida por animales, pero específicamente con caballos, este enfoque utiliza la interacción con estos animales como medio para tratar diversos problemas, incluido el trauma.

Esta lista, aunque pretende ser exhaustiva, nunca será completa. Si el modelo terapéutico que te ofrecen como “sensible al trauma” o apto para su tratamiento, no está en este apartado, mi consejo es que lo hables con tu profesional de confianza para tomar una decisión informada. Aquí no se mencionan las técnicas NO ESPECÍFICAS como el psicoanálisis, la terapia cognitiva o similares. El objetivo de este artículo es expandir el conocimiento de aquellas técnicas existentes que no están tan divulgadas como las fundacionales.

Dada la complejidad y variedad de respuestas al trauma, es esencial que cualquier intervención sea elegida y guiada por un profesional capacitado y con experiencia en el tratamiento del trauma. Algunos individuos pueden beneficiarse más de un enfoque que de otro, y el tratamiento a menudo puede involucrar una combinación de terapias.

Del mismo modo, dependiendo del país, algunos de estos modelos son puestos en práctica por terapeutas, psicoterapeutas o psicólogos. Esto puede ser confuso, y lo mejor es preguntar en cada caso, según la legislación del país donde resida el profesional que la provee.

Es esencial tener en cuenta que mientras algunos individuos pueden encontrar alivio y recuperación con un modelo terapéutico específico, otros pueden necesitar un enfoque combinado o un tratamiento diferente según sus necesidades y circunstancias particulares. La elección del modelo terapéutico debe ser guiada por un profesional de salud mental capacitado en el tratamiento del trauma.


¿Es necesario tomar medicación para el estrés postraumático?

No soy médico, las decisiones aquí siempre competen al médico que la receta y en acuerdo con el paciente. La terapia farmacológica no es “buena” o “mala” en si misma, y puede cambiar su necesidad y efectividad a lo largo del proceso.

Hay medicamentos probadamente eficaces en la experiencia de consultantes con estrés postraumático y otros que no. La experiencia es individual y el resultado variable en el tiempo.

En cada país puede cambiar el protocolo farmacológico (qué drogas se utilizan y en qué dosis y cuáles no). Por ejemplo, en algunos países es común el uso de un medicamento y en otro se ha discontinuado. Informarte para hablarlo con el profesional tratante puede ser importante para ver qué opciones tienes. Hay grandes diferencias en el ámbito europeo y en el americano, por citar un ejemplo.

Si la persona con la que trabajas no es médica (terapeuta, psicoterapeuta y psicólogo entran en esta categoría), puede proporcionarte información de público conocimiento a título informativo. Si así lo hace, solicita referencias de los estudios o papers que mencione, para que tu médico pueda revisarlos. Sin embargo, la decisión final siempre debe ser entre el paciente y el médico.

Existe la idea extendida en las terapias complementarias o alternativas que la medicación es “mala”. Esto no tiene fundamento científico. El deseo de continuar o no el empleo de un medicamento siempre tiene que ir de la mano de una conversación con el profesional que lo receta.

Dada la amplia diferencia en el tratamiento farmacológico del trauma por todo el mundo, siento no poder darte más información que esta. Cada caso debería ser considerado particularmente en diálogo con el médico tratante.


¿Qué sucede si tengo fibromialgia? ¿Tiene relación con el trauma?

No soy médico, pero la relación entre el trauma y ciertas condiciones físicas, como la fibromialgia, ha sido un área de interés en la investigación médica y psicológica en los últimos años.

La fibromialgia es una enfermedad crónica caracterizada por dolor musculoesquelético generalizado, fatiga, y sensibilidad en áreas específicas del cuerpo.

Aunque las causas exactas de la fibromialgia no se comprenden aún completamente, se cree que diversos factores biológicos, genéticos y ambientales pueden contribuir a su desarrollo.

En lo que respecta al trauma, algunas investigaciones sugieren que las personas con fibromialgia tienen tasas más altas de eventos traumáticos en comparación con la población general. También hay evidencia que propone que las personas con síndrome de estrés postraumático (TEPT) tienen un riesgo mayor de desarrollar fibromialgia. Hay investigaciones que muestran que el estrés postraumático puede propiciar o agravar la fibromialgia (es por ello que la menciono en esta página)..

Dicho esto, si estás considerando un tratamiento centrado en el trauma debido a tu diagnóstico de fibromialgia, aquí hay algunas consideraciones:

  1. Evaluación Completa: Antes de comenzar cualquier tratamiento, es esencial tener una evaluación completa para determinar la naturaleza y extensión de cualquier trauma y cómo podría estar relacionado con tus síntomas de fibromialgia.

  2. Enfoque Integrado: Dado que la fibromialgia tiene componentes físicos y emocionales, un enfoque de tratamiento integrado que aborde ambos aspectos puede ser beneficioso. Esto podría incluir terapia física, medicamentos, terapia cognitivo-conductual, y tratamiento centrado en trauma. Todo esto puede ser provisto por diferentes profesionales.

  3. Reducción de Síntomas: Algunos pacientes han informado una reducción de los síntomas de la fibromialgia después de abordar y tratar traumas pasados. Algunos, inclusive, han visto sus síntomas remitir por completo. Esto es individual y personal.

  4. Aumento de síntomas: Dado que el cuerpo y la mente están íntimamente vinculados, las crisis de dolor agravan los síntomas mentales y viceversa. Tu sistema nervioso es único, y envía y recibe información a todo tu cuerpo, y lo que sientes afectará tus procesos mentales.

  5. Toma de Decisiones Informadas: Es vital discutir cualquier opción de tratamiento con un profesional de salud competente y bien informado. Estos profesionales pueden proporcionar información basada en la evidencia sobre los beneficios y riesgos potenciales de un tratamiento centrado en el trauma en el contexto de la fibromialgia.

  6. Considera los Desencadenantes: Si decides seguir un tratamiento centrado en el trauma, es esencial ser consciente de que revivir o trabajar a través de traumas pasados puede ser emocionalmente intenso y potencialmente desencadenante. Del mismo modo, los eventos de tu vida diaria pueden impactar en tus crisis de dolor.

  7. Apoyo Adicional: Asegúrate de tener sistemas de apoyo adecuados, ya sea a través de terapeutas, grupos de apoyo, o seres queridos, mientras te embarcas en cualquier tratamiento centrado en trauma.

Para la gestión de la fibromialgia, la reparación (dormir adecuadamente, descansar) y la sensación de seguridad (cómo te sientes en tu propio cuerpo, cómo es tu entorno) son cruciales. No la cura, pero mejora la calidad de vida. El mindfulness y el budismo pueden colaborar en este proceso, pero nunca reemplazar el tratamiento médico en la mayoría de los casos.

Se desaconseja el tratamiento del trauma durante las crisis de dolor crónico o dolor intenso ¿Por qué?, nuestro sistema nervioso está en alerta y hace muy difícil el reprocesamiento o integración cuando hay dolor físico: todos nuestros recursos serán puestos allí. En estos momentos, la recomendación es trabajar en controlar el dolor, el impacto emocional de este, y partir desde allí. Cuando esto esté controlado o permita espacios donde el dolor remita, tu sistema nervioso podrá regularse mejor, y lo que hagas en este terreno será más efectivo. Cuando haya dolor, atiende el dolor primero.

Finalmente, es esencial recordar que cada individuo es único, y lo que funciona para una persona puede no ser adecuado o efectivo para otra. Lo más importante es encontrar el camino que te ayude a sentirte mejor y mejorar tu calidad de vida.


¿Cuánto tiempo lleva el tratamiento DEL TRAUMA?

La duración del tratamiento del trauma varía considerablemente dependiendo de múltiples factores. No hay un período de tiempo único o estándar para tratar el trauma, pero aquí te presento algunas consideraciones que pueden influir en la duración del tratamiento, según lo que la literatura de investigación informa:

  1. Naturaleza del Trauma: Algunas personas experimentan un evento traumático único (como un accidente automovilístico), mientras que otras pueden haber experimentado traumas repetidos o prolongados (como el abuso durante la infancia). Por lo general, los traumas complejos o repetidos requieren un tratamiento más prolongado.

  2. Cuando Ocurrió el Trauma: Los traumas que ocurrieron en la infancia o han estado sin tratar durante muchos años pueden requerir un tratamiento más extenso que aquellos más recientes.

  3. Síntomas y Severidad: Algunas personas pueden tener síntomas leves que interfieren mínimamente con su vida diaria, mientras que otras pueden tener síntomas graves que afectan significativamente su funcionamiento.

  4. Recursos y Apoyo: Aquellos con una red de apoyo sólida y habilidades de afrontamiento efectivas pueden progresar más rápidamente en terapia.

  5. Tipo de Terapia: Algunas terapias, como la Terapia de Desensibilización y Reprocesamiento por Movimientos Oculares (EMDR), pueden ser relativamente cortas (aunque esto no es universal). Otras terapias, especialmente aquellas diseñadas para tratar el trauma complejo, pueden ser más extensas.

  6. Compromiso del Paciente: La regularidad y la dedicación a la terapia y las tareas relacionadas pueden influir en la velocidad del progreso.

  7. Otros Problemas o Trastornos: Las personas con problemas de salud mental concurrentes (como la depresión, ansiedad, trastornos alimenticios, entre otros) pueden necesitar un tratamiento más extenso.

  8. Terapeuta y Relación Terapéutica: Una relación terapéutica sólida y de confianza puede facilitar el proceso de curación. Sin embargo, la elección del terapeuta, su experiencia y capacitación, también son cruciales. Lo que puede ayudar durante un tiempo, puede cambiar luego, tanto por el terapeuta como por el consultante. Las relaciones humanas empiezan y terminan.

Dicho todo esto, algunas personas pueden encontrar alivio significativo en unas pocas sesiones, mientras que otras pueden requerir terapia durante meses o incluso años. Es esencial tener en cuenta que cada persona es única y que la curación del trauma no es un proceso lineal. Puede haber períodos de avance rápido seguidos de retrocesos o mesetas. La paciencia, el apoyo y el compromiso son vitales en el viaje de recuperación del trauma.


¿Hay algo más que deba saber al respecto del trauma y su tratamiento?

Por supuesto. Aquí hay algunas consideraciones adicionales sobre el tratamiento del trauma que quizá sea importante saber:

  1. Terapia Individual vs. Grupo: Mientras que la terapia individual permite un enfoque personalizado y profundo en las experiencias y emociones del individuo, la terapia grupal puede ofrecer apoyo de pares y la oportunidad de aprender de las experiencias de los demás. Ambos enfoques tienen sus méritos y pueden ser efectivos dependiendo de las necesidades del individuo.

  2. Medicación: En algunos casos, los medicamentos pueden ser útiles para tratar síntomas específicos relacionados con el trauma, como la ansiedad o la depresión. Siempre deben ser prescritos y monitoreados por un médico. No te automediques.

  3. Modalidades Complementarias: Además de las terapias convencionales, hay modalidades complementarias que pueden ser útiles, como el yoga, la meditación, el arte o la musicoterapia. Estas prácticas pueden ayudar a las personas a reconectarse con sus cuerpos y emociones.

  4. Factores Culturales y Sociales: La percepción y el tratamiento del trauma pueden verse influenciados por factores culturales y sociales. Es importante que la terapia sea culturalmente sensible y adaptada a las necesidades específicas del individuo.

  5. Prevención y Educación: Aprender sobre el trauma, sus efectos y cómo prevenirlo o manejarlo es vital. Las intervenciones tempranas o la educación pueden prevenir la progresión de los síntomas o la aparición de problemas adicionales.

  6. Resiliencia y Crecimiento Postraumático: No todos los individuos que experimentan un evento traumático desarrollan síntomas a largo plazo. La resiliencia, que es la capacidad de recuperarse y adaptarse positivamente después de experiencias adversas, juega un papel crucial. Algunas personas incluso informan un crecimiento personal significativo después de enfrentar y superar experiencias traumáticas, un fenómeno conocido como crecimiento postraumático.

  7. Importancia de la Autocompasión: Reconocer y aceptar las propias emociones, ser amable consigo mismo y darse permiso para sanar a su propio ritmo es esencial en el proceso de recuperación del trauma.

Por último, pero no menos relevante, es fundamental recordar que cada persona es única y que lo que funciona para uno puede no ser efectivo para otro. El tratamiento del trauma debe ser personalizado y basado en las necesidades, deseos y circunstancias individuales.


INFORMACIÓN LEGAL: La información proporcionada en este sitio web —y en mis redes sociales, pódcast, cursos o sesiones— es solo para fines educativos y respeta la legislación vigente en Noruega, lugar donde resido y trabajo. Las personas que deseen realizar cambios en su salud deben hacerlo junto con un profesional médico competente. Cualquiera que opte por aplicar las ideas proporcionadas aquí, lo hace por su propia voluntad y riesgo. Yo, Lucas Casanova, no puedo asumir responsabilidad alguna por ningún daño derivado del uso o la difusión de la información proporcionada. Tu salud está en tus propias manos.


Página creada: 12 de enero de 2022

Última actualización: 6 de agosto 2023